El abandono de perras, espejo de la discriminación femenina.




Existe todavía un fuerte problema con el abandono de perros y gatos en las calles, pero es muy evidente la diferencia de perras y perros, gatas y gatos.

La educación en relación al conocimiento de nosotros mismos trasciende a diversos planos de nuestra vida y aquellas personas que son agresivas entre sí lo son aún más con los animales.

La relación que tenemos con nuestro entorno está cargado de nuestra propia energía y la forma en como nos sentimos también.

Los argumentos que se dan para abandonar a una hembra en vez de un macho son tan parecidas a la discriminación femenina que asusta.

Las frases más frecuentes que he escuchado son las siguientes:

1. Las perras no sirven más que para tener perros, los machos si cuidan bien.

2. Las perras son una locas, nada más andan apareándose por las calles.

3. Las perras son las que provocan a los machos por eso están siempre preñadas.

4. Los machos son más obedientes, las perras son tontas.

5. Son mejores los machos por que son más fuertes.

6. Las hembras no sirven para cuidar.

7. Los machos aprenden más rápido, las hembras son más lentas.

9. El rey de una manada debe ser un macho no una hembra.

10. Las perras llaman a los perros para aparearse.

11. Mi marido se lleva mejor con los machos que con las hembras, no le gustan.

12. Las hembras son agresivas por ser madres aunque no tengan cachorros.

13. Mi perro es macho y si hay una hembra es para que se la monte, para eso son las hembras.


Estas son las frases más frecuentes que he escuchado del porque abandonan a las hembras incluso cachorritas para evitar "el problema" de su apareamiento.

Pero más allá de querer evitar el apareamiento de la hembra todos los argumentos son sumamente discriminatorios de género, es una proyección del concepto que tienen del género femenino hombres y mujeres.

Es impresionante ver como nuestras creencias, perjuicios, miedos, etc. trascienden hacia todos los planos de nuestra vida y afecta nuestro entorno de forma determinante.


Tal vez deberíamos observar como está nuestra imagen, casa, calle, colonia y país y entonces volver y preguntarnos como nos sentimos por que lo que reflejamos no es grato en la mayoría de los casos.

El camino hacia la equidad en verdad nos traerá más beneficios de los que imaginamos, ya que la energía en armonía, aceptación y comprensión de las diferencias de géneros nos llevará a ver y tratar nuestro entorno con la misma energía.


Les comparto un relato de lo que le sucedió a una amiga que queda muy bien para explicar estas ideas.


A una amiga mía le regalaron una perrita en vez de un machito, pero como se lo regaló su novio se sintió presionada a aceptar a la hembra. Ella siempre ha sido amante de los animales y no se explicaba porque le molestaba tanto que fuese hembrita, entonces se dio a la tarea de enfrentar ese sentimiento.

Ella tomaba clases de meditación y en esa clase le pidieron trabajar mucho más con su lado femenino. En su trabajo le pidieron ser más condescendiente con las mujeres, pues era muy dura con ellas. Y su pareja le pidió que le permitiera ser más cariñoso con ella, que aceptara las distinciones que él tenía para ella, que no lo rechazara.

En una charla de grupo en su clase de meditación descubrió que era un poco misógina, pero más que odiar a las mujeres lo que odiaba en el fondo y de forma inconsciente era el hecho de ser mujer. Todos los conflictos a su alrededor estaban muy ligados a esa percepción de si misma y al final de la cadena quien pagaba era el ser más vulnerable su cachorrita que era tratada con dureza, sin afecto y en el fondo con rechazo.

No conforme con todas estas circunstancias decidió consultar al veterinario y le preguntó si las mujeres eran mejores con los machos que con las hembras y el doctor le respondió: el macho representa el genero masculino para usted y la hembrita es más fácil trátela como le hubiese gustada que la trataran de niña, como trataría a una niña. Incluso bromeó: tienen mucho en común en unos meses tendrá su primera regla, hay que cuidar su salud ginecológica, esterilizarla para que no tenga cachorritos sin ton ni son y arreglarla como a usted le guste.

El veterinario no tenía idea de la profundidad de lo que le estaba contestando y cuando salió de la clínica con la cahorrita en manos la abrazó y lloró porque se dio cuenta que de la manera en que rechazaba a la perrita por ser hembra, rechazaba en si misma el hecho de ser mujer.

Entonces una vez aceptada todas esta situación decidió que la aceptación de la cachorra representaría un crecimiento personal y reportaría cambios.

Y así fue después de algunos años todo cambió en su vida y se refleja en mayor comprensión hacia el abandono de hembras en las calles, de la dificultad de las perritas de calle con las enfermedades venéreas, del cáncer de mama, matriz y los embarazos solitarios que viven en las calles, no son tan diferentes a los de las humanas incluso a nivel emocional. Ahora es más consciente, disfruta a su mascota y la quiere mucho por haberle ayudado a descubrir ese problema y ayudarle a rehabilitarse.


Ser mujeres es maravilloso tenemos muchas diferencias que hacen increíbles las posibilidades con las diferencias de los hombres, apreciarlas y apreciarnos a nosotras mismas es el inicio de los verdaderos cambios reflejados en nuestra vida cotidiana y nuestro entorno.

Siempre lo digo así, la cruzada por los derechos de las mujeres, es una cruzada por el amor entre ambos géneros.


2 comentarios:

Aline Martínez Navarro dijo...

Eso es muy cierto, por eso también hay tanto maltrato en los animales, porque las personas reflejan sus problemas y el entorno en el que viven con los animales, hay que hacer toda una revolución cultural para evitar estos males que hacen tanto daño.

Yesenia García dijo...

Muy buena forma de hacer notar que nosotras también somos misíginas. Me llevo tu artículo a mi blog: www.penelopesmexicanas.org