La mujer que se expresa, florece.


Empiezo por decir que toda persona que se expresa, florece pero me dirijo a las mujeres porque ellas son quienes más necesitan habituarse a expresar su pensamiento, su sentir ya que durante mucho tiempo no les era permitido.

También me refiero a que deben expresarse en diversos ámbitos: desde la casa hasta los lugares de trabajo, los medios a través del arte, etc. que se considere valiosa la opinión de una niña, de una mujer igual que la de una niño o un hombre. (En el libro: El machismo invisible de Marina Castañeda se abunda el porqué de esta forma de discriminación)

Cuando una mujer se expresa empieza a florecer a existir en el discurso público y privado a ser tomada en cuenta. Exponer una idea es difícil, da miedo, da la sensación de desnudez de vulnerabilidad sin embargo es todo lo contrario, al plantear una idea se cuenta con un punto de vista diferente y solo por ese hecho ya es valiosa.

Me dirijo a las mujeres porque habitualmente otros tratan de hablar por nosotras cuando nosotras mismas tenemos voz, tenemos otra forma de sentir, de entender el mundo y por lo tanto de expresarlo y es indispensable conocer esas voces femeninas para ser congruentes en los discursos, para encontrar armonías en un mundo masculinizado.
Este esfuerzo busca incluir el pensamiento femenino en la construcción de una sociedad equitativa y más justa.

Es indispensable reconocer en todas las formas de expresión la presencia de las mujeres y aunque aún hay muchos círculos en donde no se les es permitido coexistir con los hombres también hay muchos espacios abiertos donde no se expresan. Esta invitación es porque debe suceder por convicción, por derecho por que es difícil que alguien venga y nos diga ¿qué quieres decir mujer?, no, las mujeres debemos saber que nuestras voces se deben escuchar, es necesario ser protagonistas y no espectadoras de la vida.

Tomar la decisión de ser escuchadas no es por encima de los hombres, es al dado de ellos, es ser incluidas, es empoderarse.

Un mito frecuente es que las mujeres hablamos mucho de lo que sentimos, como si eso fuera peyorativo y no es así, hablar del sentir es perfecto.
Como dice Andrés Roemer: La parte más profunda de pensar en el sentir, esto quiere decir que hablar del sentir es aún más relevante que solo hablar del pensamiento. No es una por otra debemos conocer el pensamiento femenino contemporáneo y el sentir también, son complementarias.

Por último difundir esas voces, conocer lo que piensan otras mujeres de otros países de otras culturas, de cada especialidad es vernos reconocernos y retroalimentarnos unas con otras de esas voces tan necesarias. Buscar coincidencias, divergencias, enriquecernos de la diversidad para que el mundo se acostumbre a vernos en cada paso que da la humanidad, ahí presentes.

Existen varias formas de encontrarnos por ejemplo en las lecturas de autoras femeninas, articulistas, fotógrafas, pintoras, oradoras, reuniones de trabajo, reuniones familiares, etc. es decir todas las formas de expresión, estar atentas a lo que hacen nuestras congéneres, descubrirlas, maravillarnos por que en cada obra de ellas está una parte de nosotras.

También en las obras donde las protagonistas son mujeres no vemos a través de la visión de los autores masculinos y también es válida. Leer algún libro donde la protagonista es una mujer y el autor es un hombre es regularmente un descubrimiento maravilloso, pues él ya se ha tomado tiempo para observarnos, conocernos, pensarnos, sentirnos y después expresarlo.

Dentro de esta búsqueda de expresarnos también incluyo al activismo. Es importante ser solidarias con aquellas mujeres que ya se han tomado tiempo para analizar, estudiar, plantear alguna problemática puntual al rededor de las mujeres, regularmente de manera altruista, es decir que no reciben ninguna remuneración por todo ese trabajo. Expresar nuestros desacuerdos unidas y acompañadas hacen una voz más fuerte y hacen mucho más probable una respuesta favorable a nuestras demandas.

En lo personal haber abierto estos espacios en internet y compartir mi pensar mi sentir me ha puesto retos más altos cada día, me ha enriquecido con la variedad de opiniones y entusiasmo de hombres y mujeres frente a mis ideas expuestas y me ha obligado a crecer constantemente. Más allá de la experiencia personal lo digo con convicción: una mujer que se expresa, florece.

Mar

3 comentarios:

Laura Raya dijo...

Bonito blog y mejor contenido, felicidades

Aurora Medina dijo...

Estoy de acuerdo contigo, en mi programa de radio siempre les pedimos a las mujeres que llamen con opiniones y nos cuesta mucho trabajo que lo hagan, cuando tengo contacto con algunas de ellas en persona me dicen que no lo hacen porque no se sienten inteligentes para opinar. Cuanto lastre cargamos, nos enseñaron a minimizarnos a no valorar nuestra opinion.
Quiero compartir una maxima de Audre Lorde, maravillosa activista.

"He llegado a creer una y otra vez que aquello que es de suma importancia para mi debe ser hablado, verbalizado y compartido, aun cuando exista el riesgo de que sea tergiversado o malentendido".

MARTHA BARRAGAN “MAR” dijo...

tienes mucha razona Aurora, la brecha más difícil de librar es el empoderamiento de las mujeres, que ellas tomen la lucha como propia ya que no importa cuantos avances se logren si ellas no los toman en su vida cotidiana. Es por ello que ahora más que nunca no debemos descansar en la lucha, si escuchan tu programa, luego ven una caricatura, después leen algún texto, etcétera, es decir que por todos los sentidos les lleguemos para que se vuelvan parte del cambio.
Siento que ya nos estamos moviendo hacia cambios importantes y eso es muy emocionante por ser un gran reto.
Felicidades también por tu valiosa labor.