Derecho al aborto, derecho a decidir la propia maternidad





El debate actual sobre el aborto es un falso debate que me indigna, como indigna a muchas otras mujeres, y que constituye un auténtico insulto al enorme esfuerzo realizado desde hace décadas por los movimientos feministas. Ya vale con las hipocresías de la derecha y ya vale con la falta de arrojo de los gobernantes de un partido denominado socialista que ha permitido que este tema salga como ha salido a los medios de comunicación y a la opinión pública.

Ahora resulta que estamos ante un debate “moral”… Pero, ¿qué concierne o no concierne a la “moral”?: lo que interesaque no es casi nunca lo que interesa a las mujeres.

No hay debate “moral” con las guerras, con los genicidios, con la cantidad de niños y niñas que mueren por pura miseria, mujeres enfermas de SIDA, falta escandalosa de lo mínimo para sobrevivir, escándalos de aprovechamiento de los cargos públicos en beneficio personal… ¿Y sí hay que hablar de “moral” cuando se trata del derecho de las mujeres a decidir, como llegan a señalar hasta algunos de los hombres “más progresistas”? En mi partido, CHA, y a mí misma, nos resulta aberrante y absolutamente injustificable. 

¿Por qué los anticonceptivos siguen siendo tan caros para las jóvenes? ¿Por qué la denominada “píldora del día después” crea el más mínimo problema de moral? ¿Por qué no hay un mayor desarrollo de los centros de planificación familiar, etc., etc., etc.? Sencillamente, en todos los casos, porque interesa controlar la capacidad de decisión de las mujeres y eso es una auténtica vergüenza.

Las mujeres deben poder decidir libremente su maternidad y cuando desean ser madres, ni siquieran se les reconoce el derecho a participar en la organización de sus propios partos, que ya es grave. Y deben, por tanto, poder decidir una interrupción voluntaria del embarazo (IVE).

Pero el caso es que el supuesto “debate” sobre el aborto (que no lo es en realidad, insisto, porque lo único que hay es ruido) parece más propio de la España de hace cuarenta años, cuando las familias pudientes enviaban a sus hijas a abortar a Londres, que de 2009. Como ciudadana y como mujer,siento vergüenza de lo que estoy viendo y viviendo a estas alturas de la vida, y de escuchar lo que escucho a quienes tienen muy poco que enseñarnos a nadie sobre los derechos humanos y el propio derecho a la vida.

Si una joven tiene edad para poder ser madre, ¿por qué no va a tener derecho a poder decidir a seguir adelante o no con su embarazo¿O acaso es más grave la decisión de interrumpir un embarazo no deseado que la de seguir adelante con él? En absoluto, y todo lo que se está diciendo en contra de una legislación sobre la IVE es pura hipocresía, y de la más barata.

No es casualidad que los derechos de las mujeres sean cuestionados periódicamente, así que, cómo no, en época de crisis. Fue preciso mucho trabajo para que las mujeres tuvieran reconocido el derecho a decidir su maternidad en muchos países, y en el estado español sólo se pudo alcanzar una situación jurídica de despenalización en varios supuestos, negando tanto la mayoría de edad de las mujeres (tengan la edad que tengan) como su propia condición de ciudadanas de primera, porque al final, siempre hace falta la supervisión patriarcal para que la sanidad pública las asista sanitariamente en una IVE. ¿De qué derechos hablamos?

Por si fuera poco, ahora estamos viendo cómo los sectores más conservadores reclaman prácticamente la abolición de este derecho, con una frivolidad y desparpajo que no parecían tener cuando gobernaba Aznar, animados por una sociedad que, 35 años después de la muerte del dictador, aún no sabe distinguir entre lo que atañe a la vida civil y lo que atañe a las creencias religiosas de cada cual.

Una parte de esta sociedad sigue prefiriendo mirar para otro lado en plan avestruz, para gloria de la iglesia católica, que tampoco ha aprendido en este tiempo cuál debe ser su lugar, porque desde el gobierno del estado se le ha permitido invadir la vida civil hasta un límite que tendrá complicado arreglo. Basta con pensar en que sacar el crucifijo de la sala de plenos delAyuntamiento de Zaragoza parece, hoy por hoy,  más difícil que encontrar una solución definitiva al cáncer, y eso que tiene a Juan Alberto Belloch, un alcalde socialista (?) a la cabeza…

Da toda la impresión de que habrá que seguir peleando no sólo para lograr que exista una ley en condiciones que regule la IVE desde el punto de vista del reconocimiento del derecho a decidir de las mujeres, sino para no retroceder, porque el derecho a la IVE está en peligro si el PSOE no se apoya en los sectores que debe apoyarse… Y eso es absolutamente lamentable, se mire por donde se mire. Pero es absolutamente lamentable, sobre todo, para los derechos de las mujeres.

Texto de Niebes Ibeas, de su blog: http://nievesibeas.wordpress.com/2009/10/26/derecho-al-aborto-derecho-a-decidir-la-propia-maternidad/

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